Semana cinco

Listos para ir

“¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!’” (Romanos 10:15, RVR1960)

Cuando Osvier Acosta Ferrero, de 70 años, y Ricardo Tadeo Soria Pérez, de 56, viajan a bicicleta por caminos de tierra, no es por hacer su ejercicio diario. Más bien, pedalean por el interior de Cuba buscando aquellos que necesitan a Jesucristo.

No es la obligación lo que impulsa a estos dos hombres a servir, sino una comprensión clara del poder transformador del Evangelio.

Ese poder produjo una dramática diferencia en Ricardo. “Yo estaba perdido en el alcohol, y Él me rescató del profundo pozo en el que había caído,” dice. “Por eso quiero ayudar a aquellos que están en el mismo pozo – para que puedan comprender el gozo y la nueva vida que Jesucristo nos brinda”.

Los dos hombres cantan himnos mientras pedalean por los polvorientos caminos de la campiña cubana. Ricardo y Osvier viajan muchos kilómetros con el fin de dirigir estudios bíblicos en las comunidades rurales.

Con sus corazones puestos en el evangelismo, estos hombres están deseosos y listos para servir donde el Señor los lleve. “Si algún día Dios nos envía a otro país, iremos también”, dice Osvier. “Nosotros sentimos el gozo de la evangelización, y siempre le pedimos a Dios sabiduría, amor por las personas, y también que nuestras vidas sientan todos los días el gozo de proclamar la Palabra de Cristo a cada alma.”

Mientras Ricardo y Osvier pedalean hacia sus estudios bíblicos, otra pareja de su iglesia camina de casa en casa para llevar la Palabra a los vecindarios rurales. Rosaida Camacho y Claribel Morales caminan orando, pidiendo que Dios prepare los corazones y los hogares antes que ellas lleguen. “Nuestro mayor deseo y oración es la salvación de nuestras familias, nuestros vecindarios, y todo el pueblo de Cuba”, dice Rosaida.

En un barrio donde oran y testifican regularmente, Rosaida y Claribel ayudan a otros que necesitan encontrar la salvación en Jesús. Ese vecindario era conocido por problemas domésticos, problemas entre vecinos, y aún asesinatos. Pero todo fue cambiando cuando las personas comenzaron a aceptar a Cristo.

“Ahora aquí hay paz”, dice Rosaida.
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Domingo 20 de abril, día 29

Ore para que el Señor les brinde a Osvier Acosta Ferrero y a Ricardo Tadeo Soria Pérez (ver historia semana 5) muchas oportunidades de compartir el amor de Cristo con los cubanos del interior del país. Pida que el Señor fortalezca la fe de ellos y también les de fuerza física al pedalear hacia pueblos tan distantes para compartir las buenas nuevas. Pida que Dios llame a más creyentes cubanos que lleven el Evangelio a todas las áreas rurales de Cuba.

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