Semana siete

Mirando hacia el futuro
“Sucederá que en los últimos días – dice Dios – derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán visiones los jóvenes y sueños los ancianos” (Hechos 2:17, NVI).

Durante los últimos 42 días, usted ha estado orando semanalmente por el sueño de los bautistas cubanos de alcanzar a un millón de cubanos para Cristo y comenzar 100.000 nuevas iglesias antes que finalice el año 2010. Contemplando esas metas, los bautistas cubanos ya están experimentando uno de los porcentajes más rápidos de crecimiento de iglesias en el mundo entero.

Como resultado de ese crecimiento, uno de los factores más importantes que enfrentan los bautistas cubanos es la tremenda necesidad de más líderes para las iglesias. “Durante muchos años nuestra obra ha sido mas grande que el liderazgo que ha tenido”, dice el pastor José Enrique Pérez, un líder de misiones entre los bautistas cubanos. “Estamos tratando de transformar esa situación”.

Una manera en que los bautistas cubanos están tratando de hacerlo es acercando la educación teológica a las iglesias locales, equipando a los laicos para asumir roles de liderazgo de iglesia cada vez más importantes. En su iglesia José Enrique coordina un centro de entrenamiento que hace posible que los estudiantes reciban educación teológica, sin tener que dejar su ministerio para asistir al seminario. “Cada iglesia debería ser un centro de entrenamiento teológico capaz de preparar a algunos de los miles de líderes que serán necesarios”, dice.

Además de este énfasis, algunos líderes bautistas cubanos están tratando de que las iglesias amplíen su grupo pastoral incluyendo ministros de misiones capaces de motivar a la iglesia a lograr estratégicamente su misión. Daniel González García, pastor y profesor bautista cubano, dirige en el seminario un estudio sobre misiones que prepara a los estudiantes para ese rol. “Entendemos que si algo va a ocurrir en Cuba – espiritualmente hablando – no va a estar al margen de una iglesia que reconozca su misión”, dice Daniel.

Los bautistas cubanos también están entrenando a los niños para convertirse en futuros líderes de las iglesias. Una de las iglesias no sólo los alcanza a través de los programas tradicionales, sino también comenzando casi una docena de iglesias para niños en diferentes hogares. En las iglesias que funcionan en las casas, los niños aprenden cómo dirigir la adoración y estudiar la Biblia. Los maestros comparten el Evangelio con ellos pero también tratan de alcanzar a sus padres y a su familia extendida.

“Nosotros establecemos una relación con los padres, y no la dejamos ir”, dice Xiomar Acosta Blanco, líder bautista para niños. “Los seguimos hasta que llegan a conocer al Señor”.

“Concentrarse en la familia es un punto central para el desarrollo de la iglesia en Cuba”, dice Daniel. “El mejor entrenamiento para nosotros como pastores es nuestra familia, y también nuestra familia extendida”, nos dice. “El éxito de un pastor aquí no es predicar un buen sermón, homiléticamente hablado, expuesto detrás de un púlpito. El éxito de un pastor va a radicar en la capacidad de comunicarle esto a un grupo pequeño en un ambiente confidencial, que sea capaz ese grupo de comunicarlo a otro grupo, y comunicarlo a otro grupo”.

Mientras los bautistas cubanos miran hacia el futuro, “estamos pensando no tanto en ciudades que tengan mega-iglesias, como en ciudades que sean saturadas por la iglesia en hogares”, dice Daniel. “El hogar es donde se encuentra la prueba real de las disciplinas espirituales – paciencia, auto control, perdón. El hogar es básico y sencillo”.

Domingo 4 de mayo, día cuarenta y tres
El rápido porcentaje de crecimiento de las iglesias en Cuba ha creado una amplia necesidad de liderazgo práctico en esas iglesias. Que Dios levante suficientes líderes para discipular a los miles de cubanos que están siendo ganados para Cristo.

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